3 de diciembre de 2010

Ser un animal

*cantando* "Va a creceeeeeeeer un animaaaaal, se alimenta de tu pieeeeel..."

¡Ay, chamo! Americania suena súper ¿eh?... ¡Y qué buena idea eso de "ser un animal"!

A menudo, llamamos a otra persona "animal" o "bestia" a modo de insulto y con una connotación negativa. ¿Qué pasa, entonces, si yo considero que ser "animal" es bueno?

- Un animal es sencillo: vive en busca de su felicidad. Nunca verás a un animal entristecido porque no tiene dinero o porque le falta pareja.

- Un animal es agradecido: está satisfecho con lo que tiene y lo disfruta, sea mucho o poco.

- Un animal es sincero: no aparenta simpatía si realmente no la siente.

- Un animal no es rencoroso: no resentirá el maltrato ni buscará la venganza, sólo aprenderá a defenderse.

- Un animal no se juzga: no se deja agobiar por sus impedimentos físicos ni su apariencia.

- Un animal es fiel: a sus dueños o a su manada (jauría, banda, banco, colonia, enjambre...) sin importar el papel que desempeñe.

- Un animal no tiene malicia: nunca se verá a un animal hiriendo a otro por placer, no disfrutan del sufrimiento ajeno.

- Un animal no engaña: porque es naturalmente sincero y, como ya dije, no disfruta hiriendo a otro ni por placer ni por beneficio propio.

- Un animal se deja llevar: sigue su instinto, no se ahoga en pensamientos sobre el futuro, vive el presente de la mejor forma tal como viene.

- Un animal no se arrepiente: extrae aprendizajes de vida de sus equivocaciones.

- Un animal es libre: no se detiene ante restricciones sociales, no conoce las fronteras del idioma, no le teme a las alturas ni a las profundidades, desconoce tabús...

Yo quiero ser más animal.

1 comentario:

caballo viejo dijo...

Epale Laura, buena reflexión, la comparto... Y lo más depinga es que tu deseo es una realidad, porque antes que humanos SOMOS ANIMALES. Sigue filosofando que está bueno y hoy en día hace falta... Paz