31 de julio de 2010

La metáfora perfecta

Él: A mí me gusta comer, pero a veces me aburro de comer lo mismo.
Yo: ¿Cómo así?
Él: Por ejemplo, me gusta el jamón de pavo... pero si lo como mucho tiempo me fastidio, tengo que comer otras cosas.
Yo: Entonces me pintaré el cabello y me haré cosas para que no te aburras de mí.
Él: (risas) No me voy a aburrir de ti, es sólo con la comida.

Cómo que el pez sí muere por la boca, ¿no?


Gracias a esa conversación, que por alguna razón me quedó grabada con calidad HD en la cabeza, es que he llegado a formular la Teoría del Jamón de Pavo (o de por qué me considero charcutería)

1. El jamón de pavo es más caro que el jamón de pierna, el de cochino o lo que sea.
(No está al alcance de cualquier comprador)

2. Es carne blanca.
(Sí, soy bien pálida)

3. Es lo más sano que le puedes echar al sandwich -de tu vida- sin dejar de ser carne.
(Te gusta, te llena y te conviene)

4. Va bien con cualquier salsa picante.
(Lo sana no me quita lo bailaá)

5. Se hace con la mejor parte del pavo, mientras que los demás se hacen con los residuos.
(Calidad)

6. Se puede comer frío, ahumado, solo o en ensaladas.
(Versátil)

7. Tiene un contenido graso mucho MUCHO menor que el jamón normal o cualquier otro embutido.
(Sin daños a largo plazo o "buena mano")

8. Por su constitución, es uno de los embutidos de mayor duración.
(Está para ti por más tiempo y sin perder la paciencia)

9. No causa alergias ni es tratado con aditivos químicos.
(What you see is what you get)

10. Es menos propenso a transmitir enfermedades.
(Sin un rabo de paja que le haga daño a nadie)


Una vez me dijeron que las relaciones se pueden ver como un desayuno continental -tostadas, huevo y jamón. En él, el huevo está involucrado, pero la carne está comprometida, porque para llegar ahí un animal tuvo que morir.

Sé que puede parecer un símil muy poco "glamouroso" esto de compararme con fiambre, pero para mí sigue siendo la metáfora perfecta.

Él estaba involucrado, yo fui el jamón de pavo.

No hay comentarios: