En teoría, estos tres niveles se complementan y trabajan en armonía... Pero, en mi caso, he llegado a creer que mi Ello, mi Yo y mi Superyó viven en una especie de Celebrity Deathmatch que nunca termina.
De esta contienda interminable, sin duda, sólo pueden salir malas decisiones.
ELLO: "Estoy sola"
YO: "Si le escribimos... sólo para saber cómo está..."
SUPERYÓ: "¡NO! Vamos a poner la torta si le escribimos"
ELLO: "Sigo sola"
YO: "Sería sólo un saludo cordial, no nos afectaría"
SUPERYÓ: "Sí nos afectaría ¡No le vamos a escribir!"
ELLO: "Pero estoy sola"
YO: "¡NOS ESCRIBIÓ! ¡HAY QUE RESPONDERLE"
SUPERYÓ: "Pero vamos a tardarnos, no queremos que sepa que nos emociona"
ELLO: "RESPONDER"
YO: "¡Nos quiere! ¡Nos quiere!"
SUPERYÓ: "¡No nos quiere! ¡No nos creamos nada!"
ELLO: "Volverá"
YO: "Quizás si lo tratamos bien, todo se arregle"
SUPERYÓ: "No vamos a tratar bien a nadie, ya esto se acabó"
ELLO: "Se fue"
YO: "Pero si sigue ahí es por algo..."
SUPERYÓ: "... Puede ser por culpa, lástima, cortesía... Pero no nos quiere"
ELLO: "Cuando nos quería..."
YO: "... Si es que alguna vez nos quiso..."
SUPERYÓ: "... Ya eso se acabó."
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