En la vida nos encontramos con tres tipos de mujeres:
1. Las que son hermosas, pero son (a falta de una mejor expresión) más brutas que un saco de piedras.
2. Las que son un derroche de genialidad, pero no vienen en un empaque muy llamativo.
3. Y las que lo tienen todo: beauty and brains (esas son difíciles de encontrar, según he escuchado)
¿Por qué dicen que encontrar una chica que sea bonita y tenga actividad cerebral es tan difícil? ¡Yo conozco muchísimas! Y sin cometer el terrible error de caer en narcisismos y contarme entre ellas, puedo nombrar al menos 10, sin tardarme en pensarlo mucho. La cuestión, amigos, es saber apreciar lo que se tiene frente a las narices.
Hagamos un rápido ejercicio mnemotécnico: intentemos recordar cuántas quejas escuchamos sobre nuestra ciudad al día... ¡Es más! para hacerlo más fácil, ¿cuántas quejas sobre Caracas escuchamos nada más en el trayecto de nuestra casa al trabajo?...
No digo que todas sean injustificadas, yo misma me he descubierto con ganas de prenderle fuego a los techos rojos.
Ahora, hay que reconocer lo bueno y hoy que se celebran 443 años desde aquel día que Diego de Losada fundó Santiago de León de Caracas (al menos eso tengo entendido, habría que exhumar a Diego de Losada para confirmar) les regalo mi punto de vista sobre nuestra ciudad, que -tal cual una mujer- es bella y con personalidad.
¿Por qué Caracas vale la pena?
Porque cuando tiene días soleados, no son calurosos.
Porque El Ávila te saluda todas las mañanas y te levanta el ánimo.
Porque cuando llueve, huele a naturaleza y a aire puro.
Porque tienes una ciudad moderna que no pierde el verdor de los árboles.
Porque, aunque queden pocos, siempre hay alguien que te da paso o te brinda un asiento.
Porque a los caraqueños nos criaron para aceptar a todos por igual.
Porque tratamos de "amigo" y "hermano" al señor del kiosco, al vigilante y al jefe.
Porque siempre hay alguien que te regale una sonrisa, aunque no te conozca.
Porque somos alegres y nos gusta celebrar.
Porque aún los viejitos juegan dominó y los niños al avioncito.
Porque todavía la gente te dice "salud" cuando estornudas.
Porque, mal que bien, podemos llegar casi a todos lados en Metro.
Porque existe gente que quiere hacer las cosas bien.
Porque tenemos un "Por el medio de la Calle", un "Mercadito de la Plaza", un "Viva Nebrada" y muchos eventos más que nos permiten retomar nuestros espacios.
Porque en Navidad la gente todavía va a los miradores a ver los fuegos artificiales.
Porque, aunque no lo sabemos, también tenemos una forma de hablar musical que nos identifica.
Porque aquí viven mis padres, mi familia y la mayoría de mis amigos.
Porque tenemos los mejores colegios y universidades del país.
Porque cada día hay más jóvenes que quieren ser parte de la solución y no del problema.
Porque es mi ciudad.
Caracas es hermosa, es alegre, es melancólica, es brillante, es oscura, es obvia, es misteriosa, es mía, es tuya, ES NUESTRA.
¿Cómo no querer a esta belleza?
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