13 de agosto de 2010

No-tan-sutiles indirectas

Esta entrada, como la estoy concibiendo en mi cabeza, viene a ser algo así como un servicio público. Tanto para mujeres, como para hombres.

Inevitablemente, en las relaciones amorosas/me-gustas/resuelve/platónicas siempre estamos en alguno de estos status: interesado(a), malpegado(a), el(la) que rechaza o rechazado(a). Lo importante es saber qué vela cargamos en ese entierro (o si no cargamos ninguna, porque también se ha visto el caso)

La fórmula perfecta: Cuando se encuentran dos interesados.

Amigo, amiga: si el objeto de su deseo está interesado en usted, no es necesario que lo analice mucho, las señales son muy claras.

Si te escribe/llama con cierta frecuencia, está interesado. Si te cuenta de su día o te pregunta por el tuyo, está interesado. Si se ofrece a ayudarte cuando tienes un problema a pesar de que no lo pides, está interesado. Si te invita a salir, está interesado. Si te recuerda las cosas que le dices con bastante detalle, está interesado.

Si este no es el caso de su potencial media naranja, deje eso así y vaya a echarle los canes a otra víctima.

Los malpegados o los ciegos-sordos-mudos

Son los que se agarran del más ínfimo detalle de atención hacia su persona como si fuera una propuesta de matrimonio. Es triste, pero hasta cierto punto comprensible. (¡Ay vamos! ¡No nos engañemos! Quien no haya estado malpegado nunca que tire la primera piedra)

El catch aquí está en saber reconocer cuando estás en esta penosa situación. Así que citaré algunos ejemplos extraídos de la vida real (¡Hey, hey! No he dicho "mi vida")

Si le haces caso a tu mente cuando te dice "Escríbele, ¿qué puedes perder? a todo el mundo le gusta que se acuerden de uno" y vas y le haces caso, es MUY probable que estés malpegado(a): cuando tienes que pensar mucho antes de hacer algo, es porque algo dentro de ti te dice que no deberías hacerlo.

Si te has "cachado" soñando despierto(a) con la otra persona, imaginando lo genial que sería si estuvieran juntos -o peor, lo genial que SERÁ cuando lo estén- es probable que estés malpegado(a)

Si te emocionas cada vez que te escribe/llama así sea para pedirte el número de teléfono de otra persona, estás malpegado(a)

Lo importante en esta situación es saber cuando parar, si no está recibiendo las señales indicadas o está ignorando las señales que le indican que usted no es la persona amada, es momento de echarse solvente y remover ese malpegue.

La tarea difícil: El(La) que rechaza

En este status no hay realmente una forma de salir airoso o de proteger los sentimientos del otro. Es, sin duda, la tarea más incómoda y es importante que usted asuma con dignidad y voluntad férrea el barranco por el que se está lanzando. De este punto en adelante, usted no será una persona grata.

Primero, es importante tener en cuenta que la salida más fácil -huir o "hacerse el paisa"- no es necesariamente la más efectiva. Siempre habrán malpegaditos que tomarán eso como un código para "sé más perseverante".

Segundo, inventarse un pretendiente, puede que desemboque en un enredo de mentiras que le pueden explotar en la cara y dejar los sentimientos de la otra persona aún más heridos.

Lo que yo recomiendo en estos casos, si las sutiles indirectas (no te contesto, no te escribo, no te llamo, no muestro interés esn lo que me dices) fallan, es ser brutalmente honestos. Es mejor arrancar la curita de un halón.

Después del terrible baño de agua fría, viene la parte de la fuerza de voluntad. Entienda que la persona herida NO QUERRÁ SER SU AMIGA y que el que usted crea que brindándole "su amistad" le está haciendo un bien, no implica que necesariamente así sea. Espere que las heridas sanen y todo vuelva a su equilibrio natural.

El que lo siente al doble: El(La) rechazado(a)

No es la mejor forma de llamarlo, no es el mejor status en el que se puede estar, pero es un paso inevitable hacia el aprendizaje.

Sabemos lo mal que se siente ser el que escucha "no eres tú, soy yo, pero podemos ser amigos", pero es bueno saber que el vaso siempre está medio lleno.

El que le hayan dado el ultimatum duele, pero no le deja sabor a culpa ni a remordimiento. No se pregunte "qué habría pasado si...", alégrese porque le dieron luz verde para un nuevo comienzo. Lo mejor es lo que pasa.

Simplemente entienda que si la persona no era para usted, es porque hay otra que sí lo es (o al menos le será más beneficiosa) y afortunadamente, le dejan el paso libre para que llegue. No hubiese sido feliz en una relación mediocre con alguien que se conforma.

Dése un tiempo para autoexaminarse. Vea cuáles pueden haber sido sus errores. No tenga miedo. Corríjalos y aprenda a quererse tal cuál es.


Ya en una nota menos de autoayuda. Es básico en Relaciones 101 que uno siempre tenga por delante que conformarse está mal, que todo el mundo se merece querer y que lo quieran, y que hay que tener las suficientes BOLAS para aceptar cuando hay que dar por perdida una batalla, reagruparse y esperar por la siguiente. No hay nada más rico que un buen reto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Primero lo primero, como el primero de los primeros, de esos pequeños mocosos que comentan en el Chigüire Bipolar, dire que soy el PRIMEROOOOOOOOOOOOOOOOO NO JODA! en comentar esta nota...
Segundo... Genial consejo con palabras frescas y coloquiales, faciles de entender. una buena forma de empezar el día, uno de esos días miserables en los que piensas en otra persona que no sea el Numero Uno, es decir, UNO mismo. =) Lov Laura Writing!

Laura dijo...

¡Grrrrraciiaaaasssss!
Pensé que era importarte hacerle llegar mi mensaje a las masas. Un mundo con menos gente malpegada, es un mundo mejor :)