14 de noviembre de 2010

¡Ya estoy cansada!


De hace unos meses para acá -me encanta como uso la expresión "unos meses" para medio tapar que sé exactamente el momento en que se originaron todos mis males- he empezado a sufrir unos terribles y extraños trastornos de sueño. Por las noches, sin importar lo que haga en el día, no duermo bien: doy vueltas en la cama, duermo una hora, me despierto, pienso en cosas que me faltan por hacer, cuentas por pagar, cosas malas que me han hecho, etc, etc. Por las tardes, es lo contrario, llego de la radio total y completamente exhausta, como si me hubiese pasado un camión por encima -hace "unos meses" que esa sensación se volvió parte de mi día a día- me lanzo en mi cama y duermo como una piedra, no es un sueño tranquilo y placentero, sino pesado como el de un enfermo.

He intentado todo para acabar con esta situación, hacer ejercicio, no dormir en las tardes, acostarme temprano, cuanto té de hierbas y valeriana ha inventado el hombre, Tafil... y nada. Mi cuerpo y mi mente se niegan a dejarme descansar.

Mis amigos me dicen que me notan ojerosa, distraída y con una falta evidente de energía ¿Y cómo no se van a dar cuenta si paso la mitad de mi tiempo bostezando?

La peor parte de todo, es que ya no tengo ese insomnio creativo y productivo que tuve al principio. Ahora es sólo un estado de vigilia insoportable todas las noches, intranquilidad, melancolía, stress y ¿por qué no decirlo? pesimismo atemorizante.

Me hallo a mitad de la noche repitiéndome "¡Laura, no pienses en eso!" o "¡Eh, eh, eh! Nada de eso, ten la mente en blanco" y entre auto-regaños, represiones mentales y cachetadas psicológicas se me va la noche. 0 descanso para esta mortal.

La peor parte de todo es que sé que los problemas que no me dejan descansar, no son tan reales ni tan omnipresentes como los pienso, pero aún así, no logro acallarlos.

Sé que debería sacar un par de pelotas y enfrentarme a mi situación, hacer una lista de las cosas que me agobian y buscarles solución una por una ¡Pero no logro hacerlo! No consigo la fuerza de voluntad para decir: "¡Ok, Laura! ¡Deja ya la pajuatada y la moridera! ¡Resuelve! Suck it up like a woman!" Me he acostumbrado tanto a sufrir y lloriquear, que tomar las riendas de mi vida otra vez se me ha vuelto un maratón en subida.

Quiero volver a encontrarme con la chama relajada que era, la que siempre tenía un chiste en la punta de la lengua, la que tenía metas claras, la que se ponía retos y los cumplía, la que dormía en las noches, se levantaba y antes de salir se veía al espejo y se sentía satisfecha... Pero ya no sé dónde más buscarme ¡Estoy cansada!

2 comentarios:

Dani Truzman dijo...

Serena morena. todo pasa

Anónimo dijo...

no se como describir la forma en como escribes, pero me gusta es muy sincera, suave, no se. Aferrate a eso y poco apoco veras q la laurita sigue alli