22 de noviembre de 2010

La causa de todos los males

Las mujeres "te" somos enrolladas por naturaleza. Vivimos queriendo hacer creer al mundo que somos más liberales que una playa nudista y que rendimos honores a nuestras abuelas quema-sostenes en los 60, cuando en realidad tenemos una pista de audio pre-grabada en el cerebro que, lo queramos o no, nos hace querer ser rescatadas por un príncipe gallardo que nos monte una casa con jardín y persianas azules.

¡Todo un lío!

Otra cosa que tenemos las mujeres es la necesidad incontrolable de echarle la culpa de nuestras desgracias a factores externos. ¡No se imaginan la cantidad de veces que he escuchado/leído que la culpa de que seamos así la tiene Disney, la tiene Jane Austen, la tiene The Notebook, la tiene Oprah...!

No voy a engañar a nadie, yo me la paso culpando al mundo de lo que me pasa.

Sin embargo, hoy en el Metro tuve una revelación -reflexionar en el transporte público es el nuevo negro-.

Como la tecnología nunca ha sido mi aliada, hace casi un mes que uno de los audífonos de mi iPod está dañado, lo que me obliga a escuchar todo lo que sucede a mi alrededor por mi oído derecho. Así fue que hoy, mientras intentaba "des-sintonizarme" de los demás metro-usuarios, su música en los altavoces del celular y sus conversaciones a todo volúmen, me enganché -accidentalmente- en la conversación de un grupo de chamines que tenían pinta de nuevos universitarios.

El grupo estaba compuesto de dos chicas y un varón. El chico no participaba mucho de la conversación, pero ambas muchachas parloteaban a todo volúmen sobre el interés amoroso de una de ellas. La cosa fue más o menos así (imagínenlo mandibuleado y en un tono muy agudo con la ocasional risita... de antemano pido disculpas por el uso excesivo de la palabra "marica")

Chica 1: O sea, marica... Es que no sé, pues... Nosotros nos hemos mensajeado full estos días.
Chica 2: ¡Marica, tiene que estar babeado por ti!
Chica 1: ¡No vale!... ¿Tú dices?
Chica 2: Marica, o sea... Míralo así: un chamo que quiere ser tu amigo no te escribe para desearte buenos días y buenas noches...
Chica 1: ¡Pero es que él tiene novia!
Chica 2: ¿Y eso qué tiene? ¡Es obvio que no es feliz con ella!
Chica 1: *risitas* Ay... ¿Tú crees que sí va pendiente?
Chica 2: ¡Obvioooooo!

Yo no soy pitonisa ni nada, pero me da la "leve" impresión de que Chica 1, después de esta conversación, se bajó del vagón pensando en nombres para sus hijos hipotéticos con el pobre hombre que tomó la TERRIBLE decisión de ser amigable con la "individua".

Después de presenciar esta conversación, caí en cuenta de la fuente de todos nuestros males femeninos: nuestras amigas.

¡Es evidente! Esa niña no necesitaba que la otra le metiera en la cabeza la idea de que su caballero de dorada armadura es esa pobre alma que tiene la cortesía de desearle las buenas noches cuando terminan de hablar. Lo que verdaderamente necesitaba la hormonal amiguita era que su amiga le dijera algo tipo: "Mira, marica... El chamo está con su novia por algo, el que te diga que le caes bien y te trate con cortesía no quiere decir que esté enamorado de ti. Let it go y ve a estudiar!" Pero no, una buena amiga nunca te dice esas cosas.

Si eres mujer y me estás leyendo, ponte a pensar cuántas veces alguna de tus amigas te ha hecho empeparte con un tipo que termina siendo un patán o, en el mejor de los casos, un sujeto que sólo quería ser tu amigo y termina alejándose "sutilmente" por miedo a ser aplastado en el abrazo de boa constrictor en el que empezaste a envolverlo.

Lo peor del caso es que todas lo hemos hecho y siempre es con la mejor intención. Una siempre quiere ver felices a sus amigas y a veces, digamos que por ingenuidad, creemos que les hacemos un favor al incitarlas a que se lancen sin casco ni rodilleras en la carrera de obstáculos que implica "caerle" a un hombre del que no sabemos absolutamente NADA, sólo basándonos en uno o dos mensajes de texto.

Amigas, seamos conscientes, pensemos antes de hablar, no seamos impulsivas y no veamos sólo lo que queremos ver. La única forma de entender una pintura que se nos pone en frente es alejándonos y viéndola completa, luego de verla toda es que podremos decir si nos gusta.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Este post está muy así como de "cosas de mujeres" y tal, pero tienes mucha razón pues. Es todo lo que digo, saludos.

Pablo JJ dijo...

Que complicadas son las mujeres. Pese a todo, son caprichosamente irresistibles.

Dani Truzman dijo...

yo no vuelvo a opinar sobre algún hombre que te guste/te esté cayendo/sea tu novio hasta que lo conozca y vea qué tal se defiende con un ukulele.

ya dije ya