Poco a poco me voy cansando de esperar. Esperar por el tiempo tiene que ser la espera más larga en la que se puede vivir.
Poco a poco se me acaban las energías para seguir pensando que lo mejor es lo que pasa, que el vaso siempre está medio lleno y que tiempos mejores están en una cola en la autopista camino hacia acá.
Poco a poco me voy quedando sin fuerzas para sonreir y decir que todo está bien, que yo estoy bien y que las cosas mejoran.
Poco a poco me pierdo en un mar de ideas y proyectos que no consigo realizar.
Poco a poco me ahogo en la incertidumbre, en el miedo y en la necesidad que no será satisfecha.
Poco a poco me decepciono de la gente y de mí por no terminar de aprender que la confianza no es un regalo, es una forma de pago.
Poco a poco me convenzo de que nadie tiene lo que merece en esta Tierra. Los que tienen mucho merecen menos y los que tienen poco merecen más. La única constante en la vida no es el cambio, es la inconformidad.
Poco a poco me aíslo, lo quiera o no. Vuelvo a levantar la muralla y cada vez se vuelve más alta.
Poco a poco me doy cuenta de que la vida no es para "gozarla" es para "sobrevivirla" y que, irónicamente, serás un sobreviviente el día que mueras.
Eso es todo lo que quiero decir hoy.
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